En una industria como la del entretenimiento, que mueve multitudes, emociones y marcas, también se producen impactos ambientales y sociales. Frente a esta realidad, Movistar Arena decidió asumir su papel con responsabilidad: quiere que los aplausos también signifiquen un gesto por el planeta.
Por eso, cada concierto es una oportunidad para sembrar conciencia. A través de acciones concretas, busca inspirar a los asistentes a adoptar pequeños cambios que, sumados, hacen una gran diferencia.
“Queremos aprovechar esa conexión que despierta la música entre sus fans para generar esa influencia positiva que sensibilice, normalice consumir moderadamente cualquier recurso, o clasificar correctamente los residuos y que inspire a todos a tomar acciones en pro del planeta”, dice Carlos Yepes, gerente Comercial de Movistar Arena.
El camino no ha sido fácil. Esta transformación requiere repensar lo cotidiano, invertir tiempo y recursos, y encontrar aliados comprometidos. Hoy, esa apuesta se traduce en logros concretos. La eficiencia energética ha permitido, por ejemplo, reutilizar aguas lluvias en los baños y operar con energía 100% renovable gracias a una granja solar en Norte de Santander.