Diversión, moda, necesidad o salud mental. Lo podemos definir como cada uno lo prefiera, pero lo que es cierto es que el entretenimiento, la música y los conciertos se han convertido, de unos años para acá, en un catalizador para las personas y una prioridad en sus vidas; la vida es aquí y ahora.
Al igual que el entretenimiento es un tema que ocupa un lugar privilegiado en la vida de muchos, la conciencia de que solo tenemos un planeta para vivir, y que tenemos la responsabilidad de guardar un equilibrio entre nuestro día a día, nuestras necesidades y la naturaleza, ha tomado fuerza entre millones de personas que también la han hecho parte fundamental de esta.
Hace sentido pensar en cómo puedo seguir cantando y disfrutando de los artistas que me apasionan y a la vez mantengo esa responsabilidad de cuidar las necesidades de generaciones futuras. Ahí viene el desafío de quienes estamos produciendo todos los días entretenimiento y los que están dispuestos a consumirlo, siempre siendo consecuentes con sus principios.
Lo bueno es que la tecnología y esta industria avanza todos los días a un ritmo sorprendente, todos los días hay más alternativas que de una u otra forma reducen la huella de carbono: iluminación y pantallas Led con un consumo más eficiente para los escenarios, innovaciones en tema de infraestructura que permiten que recintos y edificaciones reciban sellos ambientales que certifican ahorro de energía, agua, uso de energías limpias, y hasta aprovechamiento de lugares ubicados estratégicamente y que ayudan a que los asistentes usen menos carros y más transporte masivo o libre de emisiones.
Ahí vamos bien, estamos mitigando el impacto ambiental. Pero calma, esto es mínimo, aún no es suficiente. Hablar de entretenimiento sostenible es ir más allá. ¿Qué más podemos hacer desde el entretenimiento, además de acciones de infraestructura y eficiencias, para minimizar el impacto negativo al medio ambiente y que sea algo viable a largo plazo?
La fórmula mágica no existe, pero si la oportunidad de descubrirla trabajando en equipo y con mucha creatividad. Lo primero está en promover iniciativas que parecen mínimas pero pueden tener un gran impacto: Por ejemplo, en el Movistar Arena Colombia van desde ubicar contenedores para la correcta disposición de residuos al alcance de las personas que van a un concierto, promover el no uso de plásticos de un solo uso en los restaurantes, sembrar árboles en una gran reserva, clasificar botellas Pet, vidrio y papel a través de cooperativas certificadas, o incluso comprometer a las personas con la causa medio ambiental, al mostrarles que los grandes artistas y bandas de las que son fanáticos están comprometidos con el planeta y comparten nuestro espíritu.
Pero hay que tener cuidado, el entretenimiento sostenible no puede ser una moda o un discurso comercial en el que salgo a decir que cuido el planeta y en el fondo no pasa nada. El entretenimiento sostenible es pensar todos los días en qué podemos hacer diferente para mitigar el impacto que tiene nuestra industria en el planeta y cómo llevamos seguimiento de todo lo que hacemos para entender qué podemos hacer mejor en el futuro.
Bien, ya tenemos acciones de eficiencia y también iniciativas a las que todos se pueden sumar. Es el momento de aprovechar el verdadero poder que tiene el entretenimiento: la pedagogía. ¿Se alcanzan a imaginar cuántos miles, perdón, cuántos millones de personas pasan en un año por un escenario o van a conciertos? Ahí es donde está el verdadero potencial: fanáticos y apasionados por la música abiertos a vivir experiencias y a conectar. Millones de personas a las que podemos entregar un dato relevante y un mensaje de compromiso con el medio ambiente con el que podrán aprender algo nuevo cada vez que van a un show; una acción que puede empezar siendo “Cool” por moda, y que poco a poco se convertirá en un hábito que seguramente se replicará en casa y otros lugares. Volver a los asistentes multiplicadores del compromiso, que le harán saber a muchas otras personas que una botella Pet tiene una nueva vida, que preservar los recursos es clave, o que con pequeñas acciones hechas al mismo tiempo por miles y miles de fanáticos y apasionados estamos aportando a que una industria sea más sostenible y se garantice que tengamos shows por mucho tiempo más.
La tarea aún empieza, hay mucho que trabajar para lograr ese equilibrio entre esta industria y la naturaleza, mucha tecnología por descubrir y mucho carbono por compensar, pero el camino será seguramente más fácil si los que vibramos con el entretenimiento actuamos todos los días con ese compromiso de hacer del planeta un mejor escenario.
Carlos Yepes,
Gerente Comercial Movistar Arena